Cable para videovigilancia, parece una obviedad, pero no lo es. Es muy común encontrar instalaciones con cables de baja calidad. En un sistema de videovigilancia, la elección del cableado es un factor crítico que influye directamente en la calidad de la imagen, la estabilidad de la conexión y la vida útil del sistema. Aunque a menudo se le presta más atención a las cámaras y los grabadores, un cable de mala calidad puede comprometer el rendimiento de toda la instalación.
¿Por qué es clave la calidad del cable para videovigilancia?
- Transmisión de señal sin interferencias Un cable de baja calidad o con mala protección puede generar pérdida de señal e interferencias, afectando la claridad de las imágenes. El uso de cables con buen blindaje reduce las interferencias electromagnéticas (EMI) y evita la degradación de la señal.
- Mayor alcance sin degradación Los cables de mejor calidad permiten transmitir señales a mayores distancias sin pérdida significativa. En instalaciones extensas, un cable de mala calidad puede generar imágenes borrosas o con ruido.
- Durabilidad y resistencia Los cables de videovigilancia están expuestos a condiciones adversas, como cambios de temperatura, humedad y manipulación constante. Un cable de baja calidad se deteriora más rápido, lo que genera fallos en la transmisión y la necesidad de reemplazos frecuentes.
- Soporte para tecnologías avanzadas Con la evolución de la videovigilancia, la demanda de resoluciones más altas, como 4K y 8K, requiere cables con mayor capacidad de transmisión de datos. Un cable inadecuado puede limitar el rendimiento del sistema y generar problemas como latencia o pérdida de fotogramas.
- Eficiencia en la alimentación eléctrica En los sistemas que utilizan PoE (Power over Ethernet), la calidad del cable es fundamental para garantizar una correcta alimentación de las cámaras sin caídas de tensión. Un cable de mala calidad puede provocar fallos en la alimentación y afectar el funcionamiento del sistema.
¿Qué tipo de cable elegir?
Para sistemas de videovigilancia, se recomienda el uso de cables diseñados específicamente para la transmisión de video y datos. Algunas opciones recomendadas son:
- Cable coaxial RG59 o RG6 con alimentación: Ideal para sistemas analógicos y HD-TVI/HD-CVI/AHD. Se debe elegir uno con un buen porcentaje de cobre para evitar pérdida de señal.
- Cable UTP Cat5e o Cat6: Utilizado en sistemas IP y con tecnología PoE. Es importante elegir cables 100% cobre y no de aluminio recubierto de cobre (CCA), ya que estos últimos presentan mayor resistencia eléctrica y menor durabilidad.
- Cables con doble o triple blindaje: Reducen interferencias y aseguran una señal más estable en entornos con alta contaminación electromagnética.
Conclusión
El cableado es una parte fundamental de cualquier sistema de videovigilancia. Elegir un cable de buena calidad no solo garantiza una transmisión estable y sin interferencias, sino que también prolonga la vida útil del sistema y reduce costos a largo plazo. No escatimar en la calidad del cable es una inversión inteligente que optimiza el desempeño de la videovigilancia y brinda mayor seguridad.
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