Cercos eléctricos es una de las soluciones más implementadas para disuadir intentos de intrusión perimetral, especialmente en residencias, depósitos, comercios y barrios cerrados. Su efectividad es alta, pero también depende de una correcta instalación, mantenimiento adecuado y cumplimiento de la normativa vigente.
Qué dice la normativa
Los cercos eléctricos están regulados en la mayoría de los países por normativas específicas que establecen los límites de tensión, los elementos de advertencia obligatorios y las condiciones de seguridad. En Paraguay, si bien no existe una ley nacional específica, se toman como referencia normas internacionales como la IEC 60335-2-76.
Puntos clave que todo instalador debe considerar:
- La tensión de salida no debe superar los 10.000 V.
- El cerco debe ser pulsante, no continuo, para evitar daño letal.
- Deben colocarse carteles de advertencia cada 10 metros y en cada acceso.
- El electrificador debe estar homologado y conectado a tierra.
- En zonas urbanas, el cerco debe instalarse sobre un muro o reja, y no puede ser accesible desde la calle.
Respetar estas normas no solo evita sanciones, sino que también protege al instalador ante posibles reclamos legales.
Mantenimiento preventivo para máxima efectividad
Los cercos eléctricos requieren un mantenimiento periódico que asegure su correcto funcionamiento. Algunos puntos clave:
- Verificación de líneas: revisar que los alambres no estén cortados, flojos ni en contacto con objetos extraños (plantas, cables, techos).
- Aisladores en buen estado: verificar que no haya fisuras ni suciedad que provoque derivaciones.
- Limpieza de la línea: hojas, telarañas, tierra y humedad pueden causar fugas.
- Chequeo del electrificador: medir tensión de salida y verificar funcionamiento de la batería (en modelos con respaldo).
- Puesta a tierra: esencial para el correcto retorno del pulso eléctrico. Debe estar húmeda y tener buena conductividad.
Recomendar al cliente un plan de mantenimiento semestral o anual puede transformarse en un ingreso recurrente para el instalador.
Cercos eléctricos: errores comunes de instalación
Estos son algunos de los errores más frecuentes que cometen los instaladores inexpertos:
- No respetar distancias mínimas con techos, caños o cables.
- Colocar el cerco en forma accesible desde la vía pública, lo cual puede derivar en sanciones o accidentes.
- Usar electrificadores de uso agrícola para zonas urbanas: estos modelos están diseñados para animales, no para seguridad perimetral.
- No realizar una buena puesta a tierra, lo que disminuye la efectividad del sistema.
- Descuidar la estética o el orden del cableado, lo que puede generar reclamos del cliente.
Una instalación profesional no solo garantiza la seguridad, sino también mejora la percepción del cliente sobre el servicio.
Cercos eléctricos en Paraguay: una solución vigente
En un contexto donde la protección del perímetro es cada vez más valorada, los cercos eléctricos siguen siendo una opción efectiva, accesible y de fácil implementación. Capacitarse en buenas prácticas de instalación y mantenimiento es clave para destacarse frente a la competencia y ofrecer un servicio de calidad.
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