Empresas de seguridad física es el término que tradicionalmente ha identificado a las compañías que brindan servicios de vigilancia con personal. Sin embargo, en los últimos años, su rol dentro del mercado ha cambiado significativamente: hoy muchas de ellas no solo ofrecen guardias, sino también soluciones tecnológicas que complementan y optimizan la operación.

Una transformación necesaria

La evolución de las amenazas y la necesidad de mayor eficiencia operativa impulsaron a las empresas de seguridad física a modernizar sus servicios. Cámaras, cercos eléctricos, sistemas de control de accesos y monitoreo remoto comenzaron a formar parte del portafolio habitual, no solo como un valor agregado, sino como una estrategia para reducir costos sin resignar eficacia.

La implementación de tecnología permite cubrir mayores superficies con menos personal, brindar evidencias ante incidentes y reforzar zonas críticas sin necesidad de aumentar la dotación. Esto convierte a las soluciones electrónicas en aliadas clave para las empresas de seguridad física.

El poder de la confianza

Uno de los factores más determinantes en este nuevo escenario es el vínculo de confianza que estas empresas establecen con sus clientes. Al tener presencia constante en los sitios y conocer de cerca sus dinámicas, los encargados de seguridad física son percibidos como referentes en materia de protección.

Esto les da una posición de privilegio: muchas veces, cuando la empresa cliente necesita una solución tecnológica, consulta primero a su proveedor de seguridad física. En ese punto, la recomendación o no de una solución electrónica, o incluso de un proveedor específico, puede marcar el rumbo de una decisión de compra.

Desafío para los integradores tecnológicos

Este fenómeno plantea un desafío importante para las empresas de seguridad electrónica. Muchas veces, a pesar de ofrecer soluciones de alto nivel, no logran acceder directamente al cliente final porque la relación ya está mediada por la empresa de seguridad física.

En este contexto, los integradores y proveedores tecnológicos deben replantear su estrategia comercial: generar alianzas con las empresas de seguridad física puede ser una vía para aumentar la llegada a nuevos clientes, en lugar de competir por separado.

¿Coopetencia o colaboración?

El mercado actual tiende a la integración de servicios. La línea que separaba lo físico de lo electrónico se volvió difusa. Por eso, pensar en términos de colaboración estratégica puede ser una oportunidad para ambas partes.

Capacitar a los equipos de seguridad física en tecnología, ofrecer comisiones o planes conjuntos, y establecer acuerdos de colaboración puede generar un ecosistema donde todos ganan: las empresas de seguridad física, los integradores tecnológicos, y, por supuesto, los clientes.


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